A diario buscamos desistir de la normalidad, dirigimos nuestras aspiraciones a ser seres diferentes, a no formar parte de un mundo común. Siempre logrando consagrar nuestra expresión a raíz de las experiencias. Poseemos dos caras, una interior y otra exterior, muchas veces la exterior representa nuestra marca, superficialmente es la imagen que connota todo nuestro ser, en si con la cual se basan la mayoría de las personas al momento de emitir algún criterio sobre un semejante, pero la interior se mantiene al margen de toda critica, se esmera por camuflarse y ser fría ante los entes inoportunos de las sociedades, esos que al culminar del día, esparcen sus ráfagas de sátiras a los oídos sórdidos, a las lenguas viperinas, ya los pensamientos paupérrimos. Por tal razón la expresión humana muchas veces se fusiona de tal forma que crea una identidad necesaria para evadir las responsabilidades de un mundo en coma.
Somos parte de los elementos que adornan la existencia, unos la embellecemos, otras la sepultan con sus acciones ilógicas, y atroces, pero que hay en nuestros accesorios, esos con los cuales nos expresamos, nos sentimos cómodos, o estamos seguros en la jungla de cemento? Pues aunque muchas veces solo los vemos como objetos( y es que lo son) estos tienen funciones muy importantes, en este caso me he fijado en los zapatos que utilizan la mayoría de los jóvenes, técnicamente estos fueron creados para proteger nuestro pie de cualquier superficie que le pudiera ocasionar algún dañino, pero con el tiempo han evolucionado hasta satisfacer las necesidades creadas como Ej.: zapatos deportivos con reproductor de música, tenis inteligentes con mejor absorción de nuestros pasos, o tenis con suela de goma para mejorar la adherencia a la tabla de patinar, pero no solo han evolucionado, otros se han quedado paralizados, sus modelos no han cambiado mucho y sin embargo su estilo son de los mas apetecidos, esta el clásico ejemplo de los convers y los vans que a pesar del paso de sus anos, aun siguen vigentes.
Al ser humanos y al tener a la comunicación como método vital de subsistir, buscamos diferentes formas que nos permitan interaccionar mejor con nuestro entorno. ¡La moda! Muchos la ven como pantomima, una falsa, o un negocio muy lucroso, pero en el fondo como repercute en nosotros? Pues de manera categórica y eficaz, al modificar nuestra manera de ser y estar, haciendo uso de explosiones de publicidad que nuestro inconciente acoge y recepta como valiosas informaciones que en realidad alimentan falsas identidades.
Pero vasta de más aclaraciones, el punto central de este embrollo es el siguiente:
Dada la edad, clase social, creencia religiosa y experiencia personal, las personas seleccionan los zapatos que compran, todo es un proceso donde los estereotipos (modelos de comportamiento que clasifican a los integrantes de una sociedad) quedan a la vista, el gusto es un gran componente.
Nuestra elección se hace después de haber intentado con por lo mínimo diez pares de zapatos, al fin encontramos nuestro modelo predilecto, nos sentimos únicos, la satisfacción es evidente, solo falta el momento cumbre, la oportunidad de estrenarlos, de imponer un estilo en nuestros pasos, de hacer mas divertido nuestro caminar, y solidarizarnos con nuestra imaginación, dándole gusto y probando cosas nuevas.
En si nuestros zapatos entran a formar parte de nosotros, no los adquirimos por que si, algún detalle por pequeño que sea llamo nuestra atención. Pueden ser una botas que reflejen rudeza hasta una unas sandalias que denoten despreocupación, o unos convers viejos y sucios que se identifiquen con la rebeldía, en si toda una logística para emitir señales mientras transitamos por las venas del mundo, gracias a estos, tenemos la suficiente seguridad para explorar lo desconocido, de manera contundente nos jactamos al saber que estamos fuera de grupos gregarios, que no existen barreras para nuestros sueños, que tenemos estilo, que nuestra personalidad es segura de si mismo y nuestra imagen es positiva.
Para concluir simplemente aclaro que deje mi pobre opinión sobre la forma de expresar pensamientos, sentimientos e ideales con los zapatos, siempre en algún momento de nuestras vidas, viene a nuestra mente ese par de tenis que tanto nos gustaron, ¡que cómodos fueron! ¡Eran únicos! ¡Tenían mi color favorito! ¡Eran clásicos! Pues si algo de ellos quedo inmerso en nosotros, tal vez nuestra vida se asemeje a la de un zapato, a su ciclo existencial, o quizás estos sean una simple conspiración del destino, para invitarnos a probar lo prohibido, usando como unico transporte nuestros pies, y así abolir dogmas y oscuras apariciones de conceptos de esta epoca.
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